SOCIALISMO EUROPEO

Una alternativa auténticamente socialista, amante de la tradición europea y de sus valores y principios espirituales.

Monday, January 14, 2008

ENCÍCLICA “ LIBERTAS “ DE S.S. LEÓN XIII.

LA TOLERANCIA.

[33]. Intensamente desearía la Iglesia que estas enseñanzas cristianas que sumariamente hemos esbozado, penetrasen en las instituciones y en la vida de todos los órdenes de la república. De gran eficacia serían para contrarrestar tantos y tan graves males como nos asedian en estos tiempos, la mayor parte de los cuales tienen su origen en esas libertades tan propaladas y que parecían habían de producir frutos tan saludables. La realidad ha deshecho todas las esperanzas. En vez de frutos gratos y saludables, se han recogidos frutos venenosos y amargos. Si se quiere encontrar un remedio, se ha de buscar en las buenas doctrinas , y únicamente en ellas se podrá se podrá cifrar la conservación del orden y la defensa de la verdadera libertad.

La Iglesia, sin embargo, como verdadera madre que es, no olvida cuán grande es la debilidad humana y cuán impetuoso el torbellino de esta época, que amenaza arrasarlo todo : los espíritus y las cosas. Por estos motivos, sin otorgar derecho alguno a lo que esté fuera de la verdad o del bien, no deja de tolerar que el Estado permita algunas cosas ajenas a la verdad y al bien, siempre que sea para evitar el mal mayor, o para conservar o lograr algún bien. Dios mismo, cuya providencia y cuya bondad son infinitas y cuyo poder todo ,lo puede, permite, no obstante que existan males en el mundo, ya para que logren mayores bienes, ya para evitar males mayores. En el gobierno de los pueblos justo es imitar al que gobierna todo el universo ; más aún, siéndole imposible al gobernante impedir todos los males, “ debe hacer muchas consesiones y dejarlas sin castigo, las cuales, ,sin embargo, serán justamente condenadas por la providencia divina.- Debet multa concedere atque impunita relínquere, quae per divinam tamen providentiam, vidicantur, et reste- San Aug..De lib. Arb. 1. I.c6,n14.-

Pero en tales circunstancias si bien la ley civil puede y aun debe, por causa del bien común, y sólo por esta causa, tolerar y permitir algún mal , sin embargo, no debe aprobarlo ni quererlo por sí mismo, porque siendo el mal la privación del bien, no puede contribuir al bien común, que es lo único que el legislador debe amparar y proteger de la mejor manera que le sea posible. También en esto la ley humana debe imitar a Dios, que por el hecho de permitir los males del mundo,ni quiere que haya males, ni quiere que deje de haberlos, sino solamente permite que los haya, lo cual ya es un bien.- Deus…neque vult mala fieri, neque vult mala no fieri, sed vult permítre mala fíeri, et hoc est bonum.S.Th.,p.I,q. XIX,c9,ad 3.

Pero es preciso reconocer, si hemos de decir la verdad, que cuando mayor de males se hayan de tolerar en un Estado, tanto más distará ese Estado del ideal; además supuesto que la tolerancia al mal debe regularse por la prudencia de los gobernantes, debemos advertir que no debe llevarse esa tolerancia más allá de los límites necesarios, es decir, de lo que reclama el bien común. Por o tanto, si la tolerancia del mal fuere perjudicial a la colectividad y causa de mayores males, sin duda alguna que no debe consentirse, pues entonces falta su requisito: la causa del bien común. Sí, pues, en la virtud de circunstancias difíciles, la Iglesia llegare a tolerar algunas de las modernas libertades, no por desearlas en sí, sino por que juzgare ser ello conveniente, cuando las circunstancias se tornaren más favorables, ella hará uso de su libertad y ya con razones, ya con ruegos, ya con exhortaciones, tratará de cumplir su misión divina, que es la de procurar la salvación eterna de las almas.

Pero una cosa queda siempre inconcusa : que esa libertad que se extiende a todo y a todos, no es de suyo admisible, como lo hemos dicho muchas veces, pues la razón no se aviene a otorgar el mismo derecho a lo falso y a lo verdadero..
[34]Y en lo que se refiere a la tolerancia fácil es de ver cuánto distan de la equidad y de la prudencia de la Iglesia los fautores de LIBERALISMO.,
Porque al permitir a los ciudadanos, sin límite alguno, todas las libertades de que hemos hablado, sobrepasan toda medida, hasta el extremo de parecer que no guardan mayores respeto a por la verdad y el bien,, que por la falsedad y el vicio. Y porque la Iglesia, columna inconmovible de la verdad y maestra incorruptible de las costumbres, repudia y censura constantemente, como es su deber, tan pernicioso y reprobable género de tolerancia ,la acusan de poco paciente y benigna, sin advertir , que lo que para ellos es reprochable, es más digno de toda alabanza. Aunque, por lo demás, mientras tanto hablan de tolerancia , muchas veces no pretenden sino encadenar a la Iglesia, negándole esa libertad que tan generosamente otorgan a cualquiera.

Wednesday, July 18, 2007

Un humor de perros (y otros animales)



Habitualmente subo textos de política, economía o de temas culturales relacionados con el nacionalsocialismo, pero hoy he entrado al blog con un "humor de perros", tal como corresponde a las malas pulgas de todo "fascista" que se precie... Así que nada, es cierto lo del humor de perros en este tipo de gente, sino, vean esta primera foto, donde se puede ver la clase de diversión perversa que tenían algunos soldados alemanes de aquella turbulenta época, allá por los años 40. O quién sabe, quizá le habían lavado previamente el cerebro al pobre can y él mismo se disfrazó de esta guisa una mañana cualquiera y sin previo aviso. Si es que estos nazis eran unos animales, está claro...




Este otro incluso parece sentirse más orgulloso... La verdad es que parece simpático, pero me temo que puede llegar a ser problemático pasear por ahí con un perro fanático de la Luftwaffe


Lo mejor es tener un mono, que es un animal muy inteligente. Aquí vemos a uno de ellos intentando "sacarle" esas ideas tan tontas de la cabeza a este "nazi". Se parece mucho a mi antiguo profesor de Historia en este sentido(que nadie crea que me refiero a parecido físico, por Dios, si acaso psicológico...uhm... por lo de que los monos son muy inteligentes vaya)... si es que, el hombre y el mono no son tan diferentes al fin y al cabo. En cualquier caso, el soldado se revuelve lleno de ira y violencia ante el gran reto intelectual que le plantéa su adversario. Algún escéptico dirá que de esa manera no le va a "sacar" ninguna idea de la cabeza, que como mucho le pasará algún piojo, y quizá tenga razón, pero bueno, aquí no voy a hacer más paralelismos con ningún profesor de Historia...

















En definitiva, hay que decir que los animales son realmente sabios, a veces más que algunos hombres, como puede verse en esta imagen, en la cual este loro le asegura a su amigo que la pipa tiene cierto encanto bohemio sí, pero que no es sano hombre!

Este gato no sé por qué se ha colado aquí pero me resulta familiar, incluso algo me hace pensar que sea camarada...

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Wednesday, May 02, 2007

SCHWESTER PIA
Portadora de la Blutorden 9 de Nov. 1923





El 18 de mayo de 1981 fallecía en Munich la Sra. Eleonore Baur, conocida como la hermana Pía. En esa fecha contaba 96 años de edad.
¿Quién era la hermana Pía? Esta admirable religiosa era la única mujer poseedora de la "Blut Orden", la orden de la sangre, concedida a aquellos que participaron en el levantamiento del 9 de noviembre de 1923 junto a Hitler.


Cuando en 1921 se formaron las columnas de voluntarios de todas las regiones alemanas, con el fin de liberar la provincia de la Alta Silesia del ataque polaco, la hermana Pía no dudó un solo instante en acompañar a los voluntarios al frente convirtiéndose en al ángel protector de los heridos.
De regreso a Munich y hallándose en la más absoluta pobreza, sube a un tranvía pero no posee el dinero necesario para pagar el billete: El cobrador la insta para que baje del vehículo, pero un caballero que se halla presente ofrece a pagar el billete de su bolsillo. Este caballero es Adolfo Hitler.

El 9 de noviembre de 1923 la hermana Pía marcha junto a los valientes nacionalsocialistas por la Feldherrnhalle, donde nuevamente atiende y socorre a moribundos y heridos. En reconocimiento de su entrega y amor al prójimo, recibe la Blutorden.
La importancia de esta condecoración se desprende del hecho de que cuando los aliados se hallaban embargados en una sana tarea de reeducación democrática del pueblo Alemán, asesinando a todos los que dudaban de la grandeza de los ideales democráticos, fueron considerados como elementos especialmente peligrosos ,todos aquellos que poseían mando en el nacionalsocialismo y también aquellos que, sin poseerlo, estaban condecorados con la mencionada Blutorden o poseían el emblema de oro del partido, concedido a los primeros 100 mil miembros.


Siendo muy joven, estuvo adscrita durante la I Guerra Mundial como Hermana Castrense en un Regimiento de Wurtemberg.
En 1919 pertenecìa a la columna de voluntarios (Freikorp) que bajo el mando del General Ritter von Epp liberó a Munich de la dominación marxista.
En 1921, como hemos dicho, marchó con los voluntarios que pretendían defender la Alta Silesia del ataque polaco. Marchando en primera línea a Heidebreck, fue herida en un muslo, permaneciendo largo rato en el suelo en espera de ayuda. Su valor reconocido la hizo acreedora de la Cruz de Plata de la Oberland, así como luego del Águila de Silesia en sus dos categorías..
Otra vez en Munich acompaña a los nacionalsocialistas en sus luchas y vuelve a ser el socorro de los heridos, atendiendo por igual a los seguidores de Hitler como a los rojos.
Durante la Segunda Guerra Mundial vuelve al frente en el cuidado de heridos en las Waffen-SS y ayuda a los parientes de los soldados caídos.



Todo lo reseñado la hizo acreedora de cinco años de cautiverio en los campos de concentración aliados. De 1945 a 1950 estuvo internada sin desfallecer nunca. Una vez liberada no dejo nunca de asistir a todos los actos organizados por grupos nacionalrevolucionarios. Modestamente se la podía ver sentada en un rincón de la sala, pasando en ocasiones desapercibida.
A la edad de 90 años escribió una hermosa poesía donde se resumía lo que para ella significaba:

"Ser Hermana"


Ser hermana significa renunciar
Significa cumplir los más pesados
deberes
significa conllevar las angustias de
los demás
con gesto tranquilo y sonriente.
Ser hermana significa comprender
Las necesidades del prójimo.
Significa poder penetrar en el corazón
Ajeno
Cuando le amenaza una duda.
Ser hermana significa siempre dar
Estar siempre bondadosamente para
los demás
sin pedir, significa una vida sacrificada
por el amor al prójimo ¡Ser hermana!



(Publicado en CEDADE)

Tuesday, May 01, 2007

DISCURSO DE ADOLF HITLER
ANTE DOS MILLONES DE TRABAJADORES
EN EL DIA DEL TRABAJO NACIONAL
(1 de mayo de 1933)



¡Ciudadanos y ciudadanas! :
“Ha llegado mayo”. Así reza una canción alemana. Por espacio de muchos siglos el primer día del mes de mayo no ha sido solamente el símbolo de la entrada de la primavera, sino también el día de la alegría y de las fiestas y diversiones. Vino una época que se posesionó de este día y que convirtió el día de la vida germinativa y del placer lleno de esperanzas en un día de las contiendas y de la lucha interior. Una teoría que se había apoderado de nuestro pueblo intentó convertir el día de la naturaleza despertante, de la entrada visible de la primavera, en un día del odio, de lucha fraternal, de la discor­dia y los sufrimientos. Pasaron décadas sobre tierras alemanas y cada vez más parecía que este día debía documentar la se­paración y el desgarramiento de nuestro pueblo. Pero al fin llegó el día en que todos se dieron cuenta de lo que pasaba a su alrededor, después de haber sufrido nuestro pueblo lo in­decible, un dia de recogimiento y de volver a comprenderse los alemanes.


Y ahora, podemos cantar la antigua canción popular: ¡El mayo ha llegado, el despertar de nuestro pueblo es un hecho! El símbolo de la lucha de clases, de las continuas querellas y discordias, vuelve a ser el símbolo de la gran unión y el levan­tamiento de la nación. Por esta razón hemos elegido el día de la naturaleza despertante, para todos los tiempos venideros, como día de la recuperación de nuestra propia fuerza y vigor y al mismo tiempo como día de aquella labor creadora que no conoce límites estrechos y que no está ligada a organizaciones obreras ni a fábricas ni oficinas, de una labor que queremos reconocer y fomentar en todas partes donde sea realizada en buen sentido para el ser y la vida de nuestro pueblo.


Espantosa es la miseria que el pueblo alemán tiene tras sí. Y no porque haya faltado la diligencia. ¡No! Millones de nues­tro pueblo siguen trabajando como antes, millones de campesinos marchan tras el arado como antes, millones de obreros trabajan en el tornillo de banco, ante el retumbante yunque. ¡Millones de nuestro pueblo trabajan, y otros millones anhelan trabajar, mas no pueden! Decenas de millares ponen fin vo­luntariamente a una existencia que para ellos no parece conte­ner más que dolores y miseria. Lo truecan por el otro mundo donde esperan encontrar más y mejores cosas que en la tierra. Tremenda es la desgracia que ha venido a buscarnos, dejando en todas partes el abatimiento y hasta la desesperación. Y no­sotros nos preguntamos, ¿por qué?
Es una crisis política. El pueblo alemán está en vías de decaimiento, todas sus fuerzas vitales las necesita para la lucha interior. La confianza en la fuerza de la propia voluntad, la pro­pia fuerza, ha desaparecido. Millones dirigen la mirada hacia el resto del mundo con la esperanza de recibir de allá la dicha y la salvación. El pueblo decae y en este decaimiento desapare­ce su fuerza vital, la fuerza para la afirmación de la vida. Los resultados de esta lucha de clases lo vemos alrededor de noso­tros y debajo de nosotros y queremos aprender de ellos, pues una cosa hemos reconocido como primera presuposición para el restablecimiento de nuestro pueblo: ¡El pueblo alemán ha de volver a conocerse mutuamente!


Los millones de hombres divididos en profesiones, separados en clases artificiales, que, atacados de presunciones profesiona­les y locura de clases, no pueden comprenderse unos a otros, tienen que encontrar el camino de unos a otros. Una tarea ex­traordinaria, poderosa, ¡lo sabemos!. Cuando la locura ha sido defendida y predicada como idea política por espacio de 70 años, cuando la destrucción de la solidaridad popular ha sido casi una ley política 70 años seguidos, es difícil, sumamente difícil, querer cambiar el sentido de los hombres de un golpe. Sin embargo, no debemos desanimarnos ni desesperar. Lo que construyeron las manos del hombre, pueden derribarlo las manos del hombre, lo que inventó en un tiempo la insensatez humana, puede vencerlo y rehacerlo de nuevo una prudente sen­satez.


Sabemos que este proceso de encontrarse unos a otros y comprenderse mutuamente no es cuestión de semanas o meses, ni siquiera de unos pocos años. Tenemos, empero, la inquebran­table voluntad de cumplir esta misión ante el puebló alemán, estamos resueltos a conducir a los alemanes unos a otros, hasta empleando la fuerza si necesario fuese.
He aquí el sentido del 1 de mayo, que a partir de hoy ha de ser celebrado en Alemania a través de los siglos, que en el día de hoy se encuentren unos a otros cuantos actúan en el gran engranaje de nuestra labor creadora nacional, y que una vez al año se estrechen las manos convencidos de que nada puede hacerse en tanto no contribuyan todos a la realización de esta labor. Y así hemos elegido como lema de este día la máxima si­guiente:
¡Honrad el trabajo y respetad al obrero!


Para millones es hoy difícil volverse a encontrar por sobre el odio y los errores procreados artificialmente en tiempos pasados. Hay un credo que nos permite recorrer fácilmente este camino. Que trabaje quien quiera y donde quiera, mas no puede ni debe olvidar que su compañero, el que cumple su de­ber lo mismo que él, es indispensable, que la nación no existe por el trabajo de un gobierno, de una clase determinada o por obra de su inteligencia, sino que sólo vive por el trabajo común de todos. Si millones creen poder sacar de la naturaleza del tra­bajo una deducción acerca de la dignidad de su portador, se encuentran en un amargo error. Hay decenas de millares entre nosotros que quieren hacer depender el respeto al individuo de la clase de trabajo que éste hace. ¡No! Lo decisivo no ha de ser lo que él crea o hace, sino como lo hace. Que entre nosotros hay millones que trabajan año por año, sin la esperanza de ad­quirir jamás riquezas, digo más, sin ganar lo suficiente para llevar una vida sin apuros, no ha de ser motivo para los demás para no creerse dignos de ellos, pues sólo su idealismo y abnega­ción son los que permiten y facilitan el ser y la vida de la colec­tividad. ¡Desgraciados de nosotros si llegase a desaparecer este idealismo en nuestro pueblo y el valor de los hombres se quisie­se medir únicamente por los bienes terrenales que le ha depara­do la suerte! El valor de nuestro pueblo no sería ya entonces tan grande ni su existencia tan larga.


No es útil el explicar al obrero su importancia, el demostrar al campesino la necesidad de su existencia, el ir al intelectual, al trabajador mental para hacerles ver la importancia de su co­metido y de su labor Lo necesario es enseñar a cada clase social la importancia de la otra. Y así es preciso que vayamos a las ciudades a proclamar y anunciar la necesidad y la esencia del campesino alemán, que salgamos al campo y vayamos en busca de nuestra intelectualidad para hacerle ver la importancia de los obreros y trabajadores alemanes. Vamos a ver al obrero y al campesino para enseñarles que sin la inteligencia alemana no hay vida alemana; que todos ellos juntos deben formar una gran comunidad: inteligencia, frente y puño, obreros, campesinos y ciudadanos.
Este 1 de mayo ha de transmitir al mismo tiempo al pueblo alemán el reconocimiento de que: la aplicación y el trabajo so­los no crean la Vida si no se desposan con la fuerza y la voluntad de un pueblo. Aplicación y trabajo, fuerza y voluntad, actuan­do conjuntamente, sólo cuando detrás del trabajo se levante el puño fuerte de la nación para proteger y amparar, puede venir la verdadera bendición.


Hay más, este día ha de hacerle comprender al pueblo ale­mán: ¡Pueblo alemán! Serás fuerte cuando seas uno, cuando hayas arrancado de tu corazón tus discordias y el espíritu de lucha de clases. Podrás poner detrás de tu trabajo una fuerza inaudita cuando enlaces tu trabájo con la voluntad de vivir de todo tu nacionalismo.
Tenemos la firmísima resolución de que todo alemán, sea quien sea, rico o pobre, hijo de sabios o de obreros de fábrica, vaya una vez en su vida al trabajo manual para conocerlo, pa­ra que algún día pueda mandar aquí con más facilidad por ha­ber aprendido ya antes a obedecer. No pensamos en eliminar el marxismo únicamente por fuera, exteriormente; estamos re­sueltos a privarlo de las presuposiciones. Queremos ahorrar los trastornos mentales a las generaciones que vienen detrás de nosotros.


Los trabajadores de la cabeza y de la mano no deben estar nunca unos contra otros. Por esta razón exterminamos la soberbia y la presunción que se apoderan tan fácilmente del individuo y le hacen ver con desprecio a los camaradas que "sólo" trabajan en el tornillo de banco, junto a la máquina o detrás del arado. Pero no basta que cada alemán conozca esta clase de trabajo, precisa también que el obrero manual sepa, a su vez, que también hay necesidad del trabajo mental. También a él hay que hacerle ver que nadie tiene derecho a menospreciar a los demás y creerse superior a ellos, sino que todo el mundo debe estar preparado para la gran comunidad.
En este año realizaremos por primera vez esta gran idea ética que enlazamos con el servicio de trabajo obligatorio. Y sabemos que algún día, cuando hayan transcurrido 40 años, habrá experimentado la palabra trabajo manual para millones de seres humanos la misma transformación que sufrió en un tiempo el concepto de lansquenete, en cuyo lugar hubo de ponerse el de soldado alemán.


Otra de las grandes misiones que pensamos llevar a la prác­tica en este año es la liberación de la iniciativa creadora de los fatales influjos de los acuerdos de mayoría. No sólo en el Par­lamento, no, también en la economía. Sabemos que nuestra economía no podrá prosperar en tanto no se encuentre una síntesis entre la libertad del espíritu creador y el deber con respeto del pueblo todo. Nuestra misión consistirá asimismo, por tanto, en conceder a los tratados la importancia que les corresponde. El hombre no vive para los tratados y contratos, sino que estos existen para facilitar la vida del hombre. Final­mente haremos este año todos los esfuerzos posibles para recorrer la primera etapa del camino de una administración económica orgánica, partiendo del reconocimiento fundamen­tal de que: "No hay encumbramiento que no empiece en la raiz de la vida nacional y económica, en el campesino". De aquí parte el camino que conduce al obrero y finalmente a la inteli­gencia.


Empezaremos, pues, con el labrador procurando en primer término que su economía emprenda el camino del restableci­miento. Sabemos que esta es la primera condición para el sa­neamiento general de toda la administración económica. Por espacio de 14 años consecutivos se ha hecho precisamente lo contrario. Las consecuencias las estamos viendo ahora. No se socorrió al ciudadano, ni al obrero, ni a las clases medias, todos ellos estuvieron al borde del aniquilamiento.
De aquí nace otra nueva tarea: la eliminación de la falta de trabajo procurando ocupación a los que no la tienen. La procuración de trabajo la dividimos en dos grupos. Primeramente la procuración de trabajo privado. Aquí emprenderemos este año una gran obra, la referente.a la restauración de los edificios y casas alemanas para que centenares de millares tengan trabajo. En este momento y en este sitio vamos a apelar por primera vez al pueblo alemán diciéndole: ¡Alemanes! No creais que el pro­blema de la procuración de trabajo se va a resolver en las estre­llas. Vosotros teneis también que ayudar y contribuir a su solu­ción. Tenéis por confianza y prudencia que hacer lo que pueda dar trabajo. Cada uno tiene el deber personal de no vacilar en la creación de lo que necesita, de no esperar para mandar hacér lo que alguna vez tiene que mandar hacer. Cada empresario, cada propietario de casa, cada hombre de negocios, cada particular, tiene la obligación de acordarse del trabajo alemán. Si el mundo propala hoy falsas afirmaciones contra nosotros, si se proscri­be el trabajo alemán, debemos esperar que el alemán se haga cargo él mismo de su trabajo. Este es un llamamiento que, diri­gido a millones de individuos, es el primero que puede dar trabajo a millones de personas. Nos esforzamos igualmente por crear este mismo año posibilidades para grandes obras públi­cas. Planteamos un programa que no queremos legar a la pos­teridad, el programa de la construcción de nuevas carreteras, una obra gigantesca que requiere millares de millones. Quitare­mos del camino las resistencias que se opongan a esta empresa y daremos principio a la tarea en grande. Iniciaremos con ello una serie de obras públicas que nos ayuden a reducir cada vez más el número de parados.


¡Queremos trabajar y trabajaremos! Todo depende al fin del pueblo alemán mismo, de vosotros, de la confianza que tengáis en nosotros, depende de la fuerza con que os confeséis partida­rios del Estado nacional. Unicamente cuando toclos seáis unos en la voluntad de salvar a Alemania, podrá encontrar el ciuda­dano alemán su salvación de su patria.


Sabemos que aun tenemos que vencer poderosas dificultades. Sabemos también que todo trabajo humano tiene que ser al fin inútil si no resplandece sobre él la bendición de la Provi­dencia. Mas nosotros no somos de aquéllos que lo dejan todo cómodamente para la otra vida. Nada nos regalan. Asi como el camino de los 13 años pasados ha sido hasta hoy un camino de eternas luchas, un camino que casi nos ha hecho desesperar a menudo, así el camino hacia un futuro mejor será bien difícil. ¡El mundo nos persigue, se vuelve contra nosotros, no quiere reconocer nuestro derecho a la vida, no quiere que sea verdad nuestro derecho de protección de la patria!.
¡Camaradas alemanes! Si el mundo está así contra nosotros, con tanta mayor razón debemos formar una unidad, con tanta mayor razón debemos asegurarle: ¡Podeis hacer lo que queráis! ¡Pero nunca nos doblegareis, jamás nos obligaréis a reconocer un yugo! ¡El llamamiento a igualdad de derechos no lo aparta­reis de nuestro pueblo! El pueblo alemán ha vuelto en sí. ¡No tolerará en su seno a quienes no estén por Alemania! ¡Queremos merecer honradamente el nuevo encumbramien­to de la nación por medio de nuestra aplicación, de nuestra perseverancia, de nuestra inconmovible voluntad! No implo­ramos del Omnipotente: "Señor, hacednos libres". Queremos ser activos, trabajar, tratarnos como hermanos, luchar jun­tos, para que algún día llegue la hora en que podamos presen­tarnos ante el Señor y podamos decirle: "Señor, ya ves, nos hemos cambiado". El pueblo alemán no es ya el pueblo sin honra, de la desvergüenza, de la anarquía, de la pusilanimidad y de la incredulidad. No, Señor, el pueblo alemán es ya otra vez fuerte en su voluntad, fuerte en su perseverancia, fuerte para sobrellevar todo sacrificio. "Señor, ¡no nos apartamos de Vos! Bendice nuestra lucha por nuestra libertad y con ello por nuestro pueblo y nuestra Patria".

Monday, April 30, 2007

IN MEMORIAM (20-30-Abril-2007)


Recordamos hoy de forma especial la figura de Adolf Hitler, coincidiendo con el aniversario de su muerte y el pasado dia del aniversario de su nacimiento (dia 20 de Abril). Para su cumpleaños me gustaria rememorar aquel famoso concierto con que se celebro esta misma fecha de 1942, donde la musica sublime de Beethoven hacia elevar la alegria del pueblo aleman por encima de las miserias de la guerra que desgraciadamente padecia. Aqui seria oportuno volver a leer el ultimo apartado de "Hitler el desconocido" de este mismo blog, y especialmente, recordar esta frase: "Jamás formó parte de mis intenciones el hacer guerras, sino más bien construir un estado socialista de la más elevada cultura". Y para conmemorar su legado tras su muerte recordaremos un texto de otro gran heroe como Leon Degrelle, que le conocio profundamente y supo transmitir a las generaciones venideras la grandeza del espiritu de este gran hombre que marcara para siempre la Historia: Adolf Hitler.







"Un enorme ¡Presente! se extiende por el ámbito de Europa por Adolf Hitler, hijo de la iglesia católica, que ha muerto en defensa de la cristiandad" Victor de la Serna, Informes, 2-5-1945







HITLER CIEN AÑOS DESPUES. Por Leon Degrelle

Cada vez se hace más evidente, que el Siglo XX va a quedar marcado por la labor que Adolfo Hitler llevo a cabo.
Los más grandes acontecimientos políticos de nuestra época, los más prodigiosos enfrentamientos militares de nuestra historia, llevan su firma y han quedado marcados con su sello. No solamente para nuestro tiempo, sino para la eternidad.
Tras la desaparición del ideal del que el fue portador, el mundo cambio de piel y sobre todo, de alma.
El hombre que siguió a la derrota de Hitler, no tiene, por decirlo así nada en común con aquel que había vivido el hitlerismo. El idealista incondicional ha tenido como sucesor al simple y al pasota del materialismo. Cualquier pelagatos se ha convertido en un trepidante fanático de la motorizacion, un adepto-esclavo de la "civilización de consumo". Los pantalones deshilachados de los jóvenes europeos o americanos, e incluso de los japoneses, están marcados con las etiquetas de los "sastres" judíos al estilo Levi's.
Ya no saben apreciar el renacer de la primavera en las hojas de los arboles y en los campos a cien metros de sus casas. Pero recorren el mundo, sin comprender gran cosa, provistos de potentes cámaras fotográficas! Las ciudades se han transformado en inmensas prisiones, con viviendas estrechas como cajas de cigarrillos. Las veladas nocturnas no son mas que interminables sesiones de aplatanamiento televisivo, en donde aparecen cargantes cretinos, a menudo viciosos, vampiresas estúpidas, que presentan sus senos como pomelos, o escandalosos epilépticos gesticulando entre el fuego cruzado de montones de focos multicolores y deslumbrantes. Decadencia, descomposición, bajeza...
Y todo esto porque un genio tremendo, que había creado un hombre nuevo, seguro y fuerte, ha sido vencido, ha sido calumniado y ha sido arrojado a la basura como si fuera un trasto viejo y repulsivo. Pero he aquí, sin embargo, que el ser humano de hace medio siglo era el mismo que hoy. Tenia pies, orejas, ojos..... Pero tenia una cosa que hoy ya no existe y que es la única cosa que cuenta: la FE. Era el tiempo en que millones de jóvenes, maravillosos y decididos, detrás de grandes tambores y banderas, símbolos y distintivos, recorran nuestras grandes rutas e iluminaban con sus miradas, al igual que antorchas, las grises calles de nuestras ciudades.
De las entrañas de la nada hizo surgir a millones oleadas de estos jóvenes portadores de entusiasmo, ellos creían sus cantos proclamaban su fe en la vida. Estaban cerca de todos los dones en ellos retumbaba la felicidad profunda, de quienes poseen un gran sueño que ilumina su corazón. Su frente resplandecía como vivificada por un sol interior.
Hitler, el alma firme y segura, había hecho posible este milagro, el mas grande de los milagros: hacer del hombre - qué no es mas que tierra a modelar, como en el primer día de la creación un ser vivificado por el espíritu.
Cuando nos encontramos con las miradas vacías o escuchamos los inútiles propósitos de tantos jóvenes de hoy, atrapados por la seducción y la satisfacción pasajera, por la moto petardeante, por la droga al acecho de sangre fresca, por las chicas fáciles, por lo fútil convertido en esencial.
Entonces volvemos a ver a lo lejos, aquellos rostros alegres e intrépidos de una juventud que, en una trayectoria épica, desde la nitidez de Italia a los profundos y sombríos bosques del Norte, desde las áridas mesetas castellanas hasta los dorados trigales de las planicies de Pomerania, encontraron su unidad espiritual.
Esta juventud llevaba su fe como un estandarte. Fue el tiempo de los gigantes.
Reconfortado por el ideal irresistible de la juventud, nacida de su verbo, Hitler, salido como ella de los fondos oscuros de un pasado banal, tomo en sus manos de escultor al hombre universal. Mientras, los dirigentes políticos de las democracias de entonces, que hubieran tenido que levantar a los pueblos, los dejaron adormecer y luego envilecerse. Quien se acuerda todavía de sus nombres: un Daladier, en Francia, con ojos blancos de pez muerto; de un Chamberlain, rígido y sombrío como su gran paraguas ingles, de andar tímido y tembloroso, con su bigote siempre mojado; y en Bélgica de un Pierlot, volviendo siempre de un nuevo entierro?
Todos ellos no fueron mas que como las aguas muertas de los charcos enlodados, sin flores, sin encanto, turbados solamente por un olor insulso, envueltos en un mórbido silencio.
¿Quien fue Hitler ? Primero y ante todo fue un artista. Un artista desconocido que nos seria presentado como un mal embadurnador de edificios, cuando en realidad, ciertos cuadros suyos, sobre todo aquellos que pinto durante la I Guerra Mundial, en el frente de Flandes y en el frente francés, son obras de arte de equilibrio de ideas de serenidad, de transparencia de colores. No hay grandes hombres que no sean, primero y ante todo, grandes artistas. Toda obra, sea o no política, que no realce el esplendor de la belleza, no es mas que un árbol sin raíces, presto a ser desechado por el próximo vendaval.
Artista, Hitler encuentra en el fondo de si mismo -ya que nadie le ayudará-, las grandes fuerzas nutritivas que la belleza necesita. Cuándo el hombre esta poseído por la belleza, ¿que potencia no alimentara su fe? Entonces ya nada se le resistirá. En solo diez años, un pueblo entero se entrego en cuerpo y alma a Hitler.
Resulta fácil y bastante absurdo afirmar hoy que su pueblo no lo hubiera seguido de no haber sido a la fuerza. ¡Vamos! ¡Un poco de seriedad, por favor! Aquellos jóvenes no hubiesen ido a morir obedeciendo a su llamada, en una tempestad de fuego y metralla, si no se hubiesen entregado a su idea, en todo su ser, con anterioridad incluso sus mas encarnizados adversarios fueron rápidamente convencidos por el nuevo ideal.
Cuando Hitler es nombrado Canciller del Reich, el 30 de Enero de 1933, existían en Alemania sus buenos seis millones de electores comunistas. Representaban la segunda fuerza política del Reich de entonces. Sin la victoria de Hitler, estos comunistas, indiscutiblemente, hubiesen sido los dueños y, dentro de la disciplina estaliniana, los tiranos de su país. En seis años, estos hombres que podían haber echado abajo a su patria, se convirtieron en hitlerianos, tan fanáticos como los jóvenes portaestandartes de la primera hora. Ciertamente, de creer que fueron obligados por la fuerza a aceptar el régimen, en 1941 se hubieran pasado en masa alas filas de las tropas soviéticas. Pero, muy al contrario, fueron hasta el fin, admirablemente fieles al Führer, como todos los jóvenes alemanes, lanzando en su ultimo aliento un ¡Heil Hitler !
¡Heil Hitler ! fue el grito de la fe, del amor y del don de todo de todo un pueblo. Y sin el pueblo, como hubiera podido Hitler izarsea la cima del poder? Porque llego al gobierno aupado en los hombros del pueblo, que le concedió el poder supremo. Hitler no flotaba en la indecisión no se contentaba con los mediocres 50 °/o de votos de pequeños grupos políticos anteriores y posteriores a el. El fue siempre sustentado firmemente por millones y, mas tarde, por la casi total unanimidad de electores libres, electores que cada año renovaban su adhesión ardiente y no cada cuatro o seis años.
Multitudes fabulosas aclamaban con ojos radiantes o con lagrimas a un Hitler a menudo demasiado confiado y sin protección alguna. Mientras, centenares de policías, de guardaespaldas, de miembros de la policía secreta, repletos de "walky-talky" o ametralladoras, deben rodear con su caparazón protector e los ministrillos actuales.
Hitler lo tuvo todo en su contra, en la lucha por el poder: los viejos partidos corrompidos y resentidos, las mentiras de su prensa odiosa, las prohibiciones furibundas, los obispos llegando a prohibir incluso, los funerales religiosos por los discípulos de Hitler asesinados. Nadie podía tenerlo mas difícil para triunfar. Hitler forzó el destino, - porque el era el portador del genio-, haciéndolo estallar con sus palabras (25.000 mítines). creo y domino una organización impecable, exigiendo a cada cual diez veces mas del máximo humanamente concebible.
La única ley de los políticos anteriores a el, de dudosos éxitos, era aun a sabiendas de que mentían a un elector aturdido en el momento de ofrecerle la luna y el sol, las estrellas y las mas lejanas constelaciones, engullirse sus promesas como una golondrina engulle las moscas. Hitler, firme como el caballero de Bamberq, atrajo a un pueblo entero con el único interés de unirlos a todos en el ideal del bien común.
¿Cuándo se ha visto al jefe de un pueblo lograr semejante transformación de un país, en tan pocos años?


A una Alemania que en la víspera aun se encontraba dividida en clanes políticos clanes sociales, en clanes religiosos. Hitler le aportaba en dos años la mas fecunda unidad.
Unida en la misma fe política, dejando atrás las tropas esparcidas de los viejos partidos rasgados convertidos en polvo en los algunos meses. Unidad en la reconciliación de clases, viviendo cada una de ellas en la colaboración con los demás, no pudiendo vivir la una sin la otra, complementándose mutuamente en todo. Mientras, el estúpido marxismo las tuvo largo tiempo divididas y opuestas, logrando su propia perdición.
Hoy, la quiebra económica del marxismo es mundial. Hay lo sabe y lo ha visto todo el mundo. Sobre todo en Rusia. Pero Hitler lo había comprendido ya con cincuenta años de antelación, he. hizo triunfar el anti-marxismo en bien de la seguridad y el equilibrio de la vida de todos.
Los alemanes de Hitler eran Felices. ¿ Quien osaría negarlo? Tenían triple cantidad de niños que en Francia (alrededor de 1.800.000 por año). Se tienen niños cuando se vive en paz, cuando uno esta seguro de poder ganarse el pan, cuando se ha vuelto a comprender que la única dicha, la dicha en todo, es el hogar, es la iluminación espiritual de una madre, en su largo sacrificio, en la alegría que ella esparce. Es también la solidaridad de la sangre, en el seno de una verdadera comunidad. Las familias recibieron centenares de miles de hogares nuevos, de bonita construcción a escala humana. Obreros y patronos, reconciliados en la justicia social, trabajaban sin enfrentamientos en fabricas modernizadas. Una nación en pleno resucitaba.
Aquellas regiones que habían estado largamente sometidas a la humillación de la ocupación extranjera, escucharon sonar de nuevo a las bandas de música sobre los viejos puentes del Rhin. Los millones de hermanos perdidos, de las provincial del Sur y del Este, arrancadas de su unidad territorial, de su raza, de su cultura, de su sensibilidad, se lanzaban con fervor hacia la resurrección.
Yo he sido testigo, personalmente, de la inmensa fiesta producida en la primavera de 1938, con ocasión de la liberación de Viena, de esta locura de alegría de toda una multitud unánime. Cientos de coronas de flores abrían a Hitler un camino casi paradisiaco. Esto fue el "Anschluss". Lo demás es mentira. Unicamente algunos judíos quedaron guarecidos en su rincón, para no participar en la alegría colectiva. Hasta los obispos austríacos dirigieron una carta conjunta a los fieles, pidiéndoles a todos que votaran, del primero al ultimo, por su liberador. Ante mis ojos resplandece todavía el enorme iHEIL HITLER!, que el cardenal Innitzer escribió de su propio puño y letra, cruzando de arriba a abajo el mensaje del episcopado.
Seis meses mas tarde, llego la hora de los sudetes, enjaulados, durante veinte años, bajo la esclavitud checa. ¿Con que derecho los hipócritas que tanto elogiaban los derechos humanos, dejaron que se acorralara a todo un pueblo y se pisoteara una de las libertades más sagradas: la de elegir su propio destino? ¿Con que derecho durante Ios últimos meses previos meses previos a la liberacion de los alemanes de los Sudetes, se encarnizaron contra ellos con una rabia incesante, para intentar por todos los medios que les fuera negado este derecho elemental?
Sin el aturdimiento de un Chamberlain, y sin un Daladier bobalicón, que durante toda la conferencia de Munich, de Septiembre de 1938, no comprendió absolutamente nada, esta negación del derecho a la propia vida del pueblo de los Sudetes, hubiese desembocado, ya en aquel momento, en la II Guerra Mundial.
La verdadera causa de este asunto, era que la fabulosa serie de triunfos pacíficos de Hitler, había desesperado a los envidiosos y a los fracasados. Los judios creyeron que Alemania era su principal feudo y que así será siempre. Consiguieron, cuando no eran mas que una ínfima minoría menos del 1 por ciento la población alemana-, apoderarse de los principales puestos de mando. Hormigueaban en los juzgados, en el cuerpo de profesores de las universidades y en los colegios de médicos. Vertían su veneno como dueños omnipotentes de la prensa, se habían apropiado de las tres cuartas partes de los puestos administrativo del Reichsbank, el Banco de Estado. Todo alemán veía como hundían sus garras en el cuerpo de su país. Hasta un israelita, el in istmo Rathenau, se convirtio incluso en jefe político y financiero del país.
Es cierto que Hitler redujo su poder hasta llevarlo a un nivel normal y a su vez razonable, para unos extranjeros que siempre había sido eso, extranjeros que siempre habían sido eso, unos extranjeros, por propia voluntad. Incluso las altas esferas clericales alemanas, frecuentemente antihitlerianas, aprobaron las leyes raciales de Nuremberg. ¿Qué eran estas leyes, al lado de las leyes raciales que los judios "vencedores" en 1945, deslumbrados por la alegría de los acontecimientos, impusieron desde entonces en Israel? Allí, un judio para ser verdaderamente un correligionario, debe certificar su procedencia de madre judia, mientras el padre no cuenta para nada (en los cálculos raciales).
Sin duda, en el Reich todo el mundo se acordaba de las puñaladas dadas por la espalda al país, por la revoluciones comunista de 1919, en las que todos los jefes, sin excepción, eran israelitas. Y los alemana querian volver a ser dueños de su propio país. Los viejos monopolizadores judíos, consideraron esta semitracion como un crimen. Un reich en el que ellos no pudieron hincar el diente, debía parecer. El universo entero, si era necesario, pagaría los platos rotos.50 millones de personas murieron en el curso de la segunda guerra mundial, porque hitler se había echo indeseable para los judíos, por ello ninguna catástrofe seria demasiado tremenda hasta conseguir aniquilarle, sin los judíos, esta segunda guerra mundial, nunca habría tenido lugar.
Ellos fueron los absueltos y grandes beneficiarios en 1945, pero fueron, antes que nada, los promotores desde 1933. Habían llamado al mundo a una guerra santa, contra quien había osado en Alemania, poner freno a su dominación. Rápidamente, su campaña antihitleriana alcanza los limites mas extremos de la historia. No existe solo un acontecimiento anterior a 1939, que su propaganda no halla deformado. No hay ultraje que no se hallan inventado, su venenosa prensa no fue otra cosa que una inundación mundial de calumnias, de llamadas al odio y a la venganza.¡No importan los medios mientras consigan hacer estalla al hitlerismo.
El marxismo fue el otro provocador de la guerra, toda la política de izquierdas desde hacia 50 años, había vivido de la lucha de clases. Fue precisamente que lenin en 1917 consiguió hacer triunfar, en San peterburgo su guerra civil.
El desamparado pueblo ruso paga primero con millones de víctimas, después con privaciones sin nombre: durante 70 años cerca de 3'00 millones de rusos se asfixian en el fondo de una miseria económica como no se había conocido Europa desde hacia siglos.Casi al mismo tiempo,el marxismo de la república de Weimar se encuentra a un paso de la destrucción de Alemania, arruinándola, echando abajo su economía llenado las regiones obreras con lamentable cortejos de 6 millones de parados. Dos años después de que Hitler ocupara la cancillería, no queda en Alemania un solo parado, los salarios se habían doblado, el trabajo del obrero fue dignificado, el marxismo internacional se moría de rabia. Hitler había suministrado la prueba de lo perjudicial que era la lucha de clases, sustituyendo su mortal anarquía con un orden nuevo y regenerador por una justicia social resplandeciente. ¡Crimen imperdonable!.
En 1936 tuvo lugar la ultima confrontación de los dos sistemas. En parís, el marxismo se había apoderado con el judio Blum a la cabeza del maravilloso jardín francés. Y en un año lo convierte en una pisoteada explanada. El mismo mes en España, tras cinco años de fanatismo político, anti-clericalismo furibundo y de múltiples crímenes, el frente popular arrastro al país a una guerra intestina inevitable.Y en 1936 y 1939 fue devorado por su propia anarquía, al menos tanto como por las victoriosas legiones de franco. Frente a los múltiples fracasos de marxismo en Rusia , en Alemania, en Francia y en España, Hitler se convirtió ante los ladridos de la envidia en el gran triunfador. Miles de kilómetros de autopista recorrían un país prodigiosamente trasformado, vinieron administradores del mundo entero, por toda Europa surgieron imitadores. En sus madrigueras, la judería mundial y el marxismo se encontraban al borde de la exasperación. Era intolerable este Hitler tenia que ser pulverizado, y después estallo la segunda guerra mundial.
Tanto en política como en los campos de batalla Hitler fue -la historia lo dirá.- el gran hombre de nuestro siglo.
Tanto en la guerra que le fue impuesta como en la beneficiosa paz, fue genial. mediante un arte de la guerra absolutamente revolucionario, renueva totalmente la táctica y la estrategia de los viejos mariscales, engalanados que, en 1939 se creían todavía en 1914 o incluso en 1870.
Hitler sustituye las grande ofensivas matanzas del pasado por la guerra relámpago, una guerra de elite, combinando la acción de las potentes unidades acorazadas para la rotura, con las de una aviación aplastante batiendo el terreno delante de los carros de combate.Gracias a sus fulgurantes avances y a sus bastas maniobras envolventes, conquista en solo algunas semanas Polonia, Dinamarca, Noruega, los países bajos y Francia, al año siguiente barre en un "raid" de 5 semanas Yugoslavia y Grecia, su inmensa penetración en Rusia, 3000 kilómetros de profundidad, estuvo casi apunto de segura la victoria final y la unificación de Europa. Buena prueba de ello es que 600.000 voluntarios no alemanes, que le acompañaron hasta el golfo de Finlandia y hasta el Cáucaso, creando así la Europa carnal, la verdadera, la duradera por los demás, mucho mas radiante que la de los pequeños tenderos egoísta y fofos, posteriores a 1945.
Esta guerra militar de Hitler fue prodigiosa, sin igual en la historia del mundo, en 1941 y 1942 estuvo a dos dedos del triunfo, fue necesario el fantástico financiero y material del régimen de un Roousvet, agente americano del "lobby" judio, para dar a la masa inmensa pero informe del ejercito soviético, las decenas de miles de tanques y aviones los centenares de miles de camiones, y las cantidades fabulosas de materias primas, que hicieron posible la caída del tercer Reich.
Pero los hechos serán siempre los hechos, ningún hombre de guerra anterior a Hitler, incluso napoleon había librado tan prodigiosos combates.Desde noruega hasta el golfo de Vizcaya, desde el océano Ártico a las fronteras de Asia, de Túnez a las tierras de Egipto y todo esto a lo largo de 6 años, por tierra, mar y aire inventado sin cesar nuevas tácticas con su genio en vigilia hasta el fin.
El fue el ultimo en caer en la cancilleria, en el mismo lugar en desde donde surgiera su acción. Sus cenizas se han fundido en el anonimato, con el suelo mismo de su patria. Todavía allí al borde de su muerte siguió siendo grandioso, dictando su testamento con una serenidad soberana, mientras los carros soviéticos, rugían a cien metros de su búnker. Escogió deliberadamente perecer antes que asistir a la liquidación de su obra.
Desapareció en las llamas de una hoguera como los reyes antiguos o como los héroes de Wagner. Después, se a echo que el universo aprendiera a odiarlo, y su obra a sido deformada abominablemente.
Este año de su centenario, apenas se embocará su nombre, pero a pesar de los ladridos y bramidos de mil engaños groseros, su genio no a podido ser barrido. Resurgira un día de entre el barro con que han querido mancharle. La grandeza es inmortal.
Un pequeño fuego en cualquier rincón del mundo y todos los milagros de grandeza son posibles. Por todas parte, en el mundo contemporáneo estos fuegos, todavía débiles renacen ya. De ellos resurgirá, el día de la verdad y la justicia, el gran brasero del genio que fue la vida de Adolfo hitler. Para los grandes hombres el tiempo no cuenta. Cien años no son mas que un breve lapso histórico.
En mil años y hasta el fin de los tiempo. Hitler el grande, denominado los siglos continuara vivo.




Adolf Hitler
Requiescant In Peace +



Lux aeterna luceat eis, Domine:
Cum Sanctus tuis in aeternum: quia pius es.

Requiem aeternam dona eis. Domine: et lux
perpetua luceat eis. Cum Sanctis tuits in
aeternum: quia pius es.



Friday, March 16, 2007

La obra de Auxilio “Madre y Niño”


La familia, célula la más importante de la comunidad del pueblo en la ideología nacionalsocialista, es el centro y punto de partida de todas las obras de la NSV. En el verano de 1934 se creó la organización “Madre y Niño” como la expresión más evidente de la política demográfica, de educación y de fomento de la higiene. Sus funciones son las siguientes:



1.º Contribuir a la eliminación de las necesidades económicas que influyen desfavorablemente en la vitalidad y en la salud de las familias sanas. Aquí se comprenden también el socorro económico, el de colocación de obreros y el de subsidios para la vivienda.
2.º el fomento de la higiene de la madre y del niño para asegurar la existencia del pueblo. En esto se comprenden las disposiciones relativas al cuidado de las embarazadas y parturientas, las curas de reposo para las madres y niños.
3.º La protección de los niños de edad pre-escolar para cuidar de su higiene y desarrollo físico. Esta cuestión está resuelta tanto en la ciudad como en el campo por los jardines infantiles, sobre todo durante la cosecha y en las comarcas fronterizas.



Para la realización práctica de la obra, cada grupo local de la NSV ha organizado un consultorio “Madre y Niño” dirigido por una mujer. Este consultorio recibe las solicitudes de las madres, las estudia y asesora a estas incluso en cuestiones de carácter psíquico. El número de estos consultorios es de unos 26.000; en ellos trabajan juntas las enfermeras municipales, directoras de hogar, niñeras, asistentas sociales. A más de 227.000 asciende el número de las personas de ambos sexos empleadas en esta obra, de las cuales más de 100.000 son voluntarias.
Los medios económicos de la obra “Madre y niño” provienen en primer lugar de las cuotas de los asociados de la NSV. Además, el Führer ha cuidado de que la obre “Madre y Niño” disponga, para poder cumplir su enorme labor, de más medios provenientes del “Auxilio de Invierno”.



De los datos obtenidos en la sección de estadística de resta obra se deduce que hay más de 160 colonias infantiles y 308 hogares de reposo para las madres. El número de niños enviados a las colonias y al campo en al año de 1937 ascendió a 480.000; desde el advenimiento del régimen nacionalsocialista, este número llega a un total de 1.800.000. En los hogares para el reposo de las madres fueron alojadas, en el año de 1937, 71.000 madres y unos 8.000 lactantes y de corta edad; en total de madres y niños se eleva a 246.000 desde la fundación de la obra. En el verano de 1937, la NSV tenía 4.139 colonias y jardines infantiles durante la cosecha; en ellos fueron atendidos mensualmente, por término medio, unos 103.000 niños. A los consultorios y dispensarios recurrieron hasta el momento actual unas 2.700.000 mujeres.


(Texto extraído de la obra de Cesare Santoro El nacionalsocialismo)

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Monday, March 12, 2007

HITLER EL DESCONOCIDO



Extractos del discurso de Adolf Hitler al Reichstag, el 19 de julio de 1940


“Cada año, millones de seres humanos del mundo entero no dudaron en cruzar uno o varios océanos para asistir al festival de Bayreuth o visitar la gran exposición de arte alemán. El año de guerra de 1940 no hizo excepción a la regla, y las puertas del teatro y de la exposición se abrieron, como todos los años en semejante época; ya no es “la gente de la alta”, ciertamente, quien rebosa el interior del teatro de Bayreuth y la Casa del arte alemán, por el contrario, son los soldados heridos y los obreros de las fábricas de armamento quienes se complacen en los sonidos y colores de un arte trascendental. (…)
Jamás formó parte de mis intenciones el hacer guerras, sino más bien construir un estado socialista de la más elevada cultura. Cada año de guerra es un año de trabajo que me roban.”

(Revista Signal, 1940)




Extracto del libro Adolf Hitler: mi amigo de juventud, por August Kubicek


“Así como a menudo son justamente los incidentes sin importancia los que se graban más fuertemente en la memoria, puedo acordarme de una de estas conversaciones nocturnas, en la que se habló del avión de los hermanos Wright. En un artículo de periódico, que me leyó Adolfo en voz alta, se decía que estos mundialmente famosos pioneros de la aviación habían instalado en su avión un pequeño cañón, relativamente ligero, con el que pretendían probar el efecto con que era posible disparar desde el aire. Adolfo, que era marcadamente pacifista, se indignó por esta noticia. «Apenas se ha hecho un nuevo descubrimiento — afirmó—, cuando se le coloca ya al servicio de la guerra. ¿Quién es el que ordena las guerras? En modo alguno el hombre pequeño. Bien lejos de ello! La guerra la disponen las testas coronadas o sin corona, impulsadas e incitadas por la industria de los armamentos situada detrás de ellos. En tanto que estos hombres ganan sumas gigantescas y se mantienen bien alejados de los disparos, el hombre pequeño debe poner en juego su vida, sin saber para qué.»”





El único pacifista de Europa. Henry Williamson (A solitary war. 1936)


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